miércoles, 4 de enero de 2012

TIPS PARA EL VERANO


Tomar sol es una actividad placentera pero, con la llegada del verano, los dermatólogos se encargan de remarcar una y otra vez la importancia de educar en la protección desde la niñez. Según un informe de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), el 70% del daño solar en la piel se produce antes de los 18 años. Por eso, los especialistas proponen adquirir hábitos simples como elegir productos adecuados, evitar ciertas horas de exposición, usar anteojos, gorros o sombreros y consultar periódicamente al dermatólogo.

Consejos útiles

Al elegir un producto es importante saber leer las etiquetas. Los protectores vienen en diferentes formatos: lociones, cremas, geles y spray. Aunque la elección de la textura va en el gusto, es importante tener en cuenta:

* Priorizar aquellos productos que protejan contra todo el espectro de radiaciones solares, es decir UVA y UVB, responsables de potenciales daños para la piel. Deben estar dermatológicamente testeados y contar con aval médico y farmacéutico.

* Un buen fotoprotector debe ser seguro, no debe ser tóxico, comedogénico o alergizante, sino fotoestable y con un PH adecuado para la piel. Esto significa que la radiación solar no afectará a su estructura química y podrá mantener el 90% o más de su efectividad durante la exposición solar. Además, tiene que ser eficaz -su capacidad de absorción debe prevenir el daño causado por el sol- y asegurar permanencia en la piel. Finalmente, debe ser versátil o cosméticamente aceptable, o sea, que no manche.

* Los protectores reciben una clasificación según su factor de protección solar (FPS) que indica cuán efectivos son a la hora de proteger la piel de los rayos UVB. Por ejemplo, un protector solar con un FPS de 15 permite permanecer bajo el sol 15 veces más tiempo que sin protector, antes de sufrir una quemadura. Desde luego, ese período es muy distinto según la latitud, el clima, la temporada y la hora del día. El FPS recomendado, como mínimo, es de 15. En caso de pieles sensibles, el FPS debe ser mayor de 30.

* El protector solar se debe aplicar en casa, nunca en la playa o en la piscina, ya que recién comienza a hacer efecto 30 minutos después de ser colocado. Lo correcto es distribuir uniformemente en toda la superficie a exponer sobre piel limpia y seca. Además, hay que reaplicarlo cada 2 horas. Los rótulos de los envases aconsejan “aplicar uniforme y generosamente sobre la piel antes de la exposición al sol y siempre que lo considere necesario”. ¿Pero cómo saber cuál cantidad es la correcta? Según los entes reguladores, corresponde a 2 mg/cm2. Es decir, unos 35 ml o tres cucharadas soperas en todo el cuerpo: una para la espalda, una para el pecho, brazos y abdomen y una dividida en dos, por cada pierna. Si se pone menos cantidad habrá menor protección y mayor riesgo de quemadura. Para el rostro lo mejor es emplear un producto específico porque es una zona más sensible que el resto del cuerpo.

* La sombra no garantiza la protección. De hecho, las nubes dejan pasar el 85% de las radiaciones UV, responsables del enrojecimiento, quemaduras y envejecimiento de la piel. Por otro lado, hay superficies como la arena, el agua, la nieve o el cemento que pueden reflejar sobre la piel más de la mitad de los rayos solares. Por lo tanto, es necesario aplicar el protector solar siempre que uno se encuentre al aire libre.